Lunes otra vez




Hace algunos días presenté la novela de un gran amigo. Fue un momento interesante porque de pura casualidad coincidimos, además, con un tercero que de un tiempo a esta parte no ha hecho más que refugiarse tras el teclado y escribir un par de estupendas novelas breves, leer mucho de metafísica y llegar a la conclusión de que la cultura es un complot de los grupos de poder contra la humanidad (o algo así entendí; todo es culpa de Dan Brown y Gonzalo Málaga). Nos quedamos un par de horas en el bar, conversando de cosas que pasaron hace años, de la vez que estuvimos caminando en el desierto, imaginando cosas y renegando por haber perdido los pasajes de regreso a Lima, de cuando escribimos cuentos cargados de violencia y pensamos en hacer pasar a un vago que dormía en la entrada de la universidad como el autor (crear un escritor, era el proyecto, como la película de Pierre o las iniquidades). Mucha locura. Recordando, por ejemplo, todas las veces que habíamos intentado escribir una novela a tres manos y que habíamos fallado en el intento. De las veces que nos reunimos para editar una revista de literatura que a las justas llegó al segundo y doloroso número, de todas las veces que nos juramos que definitivamente seríamos escritores. Salí aquella noche pensando en todas las cosas que nos habían pasado, y que el tiempo, es cierto, distancia a la gente y une a otras. Yo he pensado mucho este fin de semana en toda la gente que he querido, que he perdido, que me ha querido, que me ha perdido, que aparece y desaparece, personas al fin, que dejan siempre algo grato en el corazón de uno. Tal vez se deba, esto lo escribo ahora con toda conciencia, a que una vez más nos prometimos aquella noche escribir una novela a tres manos, pero esta vez ya no sobre La Biblia del Diablo (como en aquel entonces) sino sobre algo que ya conocemos bien: la amistad y el amor (y todo lo contrario también). Sé que nunca lo haremos, la vida y su cotidianeidad nos gana siempre para el lado menos amable, pero sé, ahora lo sé, que cada vez que nos veamos (siempre habrá una próxima vez), nos quejaremos de nuevo por no haberlo hecho nunca, nos reiremos mucho, recordaremos cosas y volveremos a jurarnos, en el fragor de la noche, en terminar alguna vez ese pendiente. Play a la canción y a empezar la semana (porque siempre habrá una luz encendida para todos).  

Comentarios

Anónimo dijo…
Pra ser sincero sigue y yo estare alli =)
Cuando quisiera saber si es que los rumores de que Casa tomada quebró son ciertos. Espero que el autor de este blog me visite y me siga, y me responda a mi intrigante duda.
saludos cordiales
Erick Abanto López
http://deldoctor.blogspot.com
Hola, Erick, Editorial Casatomada no ha quebrado, al menos no por ahora, son rumores que ya tienen buen tiempo flotando en el medio. Para muestra un botón: hemos editado a Siu Kam Wen hace poco más de un mes, y recientemente hemos publicado la primera novela del gran Julio César Vega (ver nuestro blog: www.rcasatomada.blogspot.com). Te invitamos también a ver nuestro catálogo en : www.editorialcasatomada.com
Saludos!

Gabriel.
Anónimo dijo…
Se refiere talvez a la librería Ksatomada, que sí quebró.
Anónimo dijo…
hola lei tu libro cuentos nocturnos cuando tenia 11 años la verdad es que lei cuento tras cuento hasta terminar el libro me gusto mucho es mas me impacto tanto la forma que tiene de describir las cosas es fantastica , solo que cometi un error que preste el libro la verdad no me acuerdo cuantas veces y un dia que quise sacar unas fraces del libro ya no estaba , no recuerdo a quien se lo di. pero recuerdo claro los cuentos el primero que lei fue MI AMIGO CESAR el final me encanto
bueno saludos y felicitaciones por escribir de esa manera, que atrapa

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